luz elena peña /  bIBILOTECÓLOGA, LÍDER DEL PROYECTO sistemas de Bibliotecas Públicas en Medellín.

¿Cómo ha sido su papel en relación con el proceso de desarrollo o coordinación del programa de bibliotecas?

 

Tengo 22 años de experiencia de trabajo bibliotecario en el municipio de Medellín, estos me han permitido pasar por diferentes roles, desde estar de cara al servicio en temas como fomento de lectura, coordinación de una biblioteca y luego desde el 2008 para ser más precisa estoy al frente de la coordinación del sistema de bibliotecas; tener esta experiencia me ha permitido hacer un contraste con lo que ha sido el desarrollo bibliotecario en la ciudad.

 

¿Cómo ha visto este proceso en los últimos años?

 

Con Fajardo se empezó a trabajar con las comunidades, ellos ayudan en unos talleres de sueños y nos comentan qué es lo que quisieran encontrarse en esos espacios, lo cual garantiza la apropiación de la comunidad en estos espacios, para que fuera un espacio con sentido, un espacio pertinente para ese territorio, para esa comunidad. Cuando yo lo miro hoy, 10 años después, pienso que ese objetivo lo alcanzamos y lo digo porque se encuentra una biblioteca viva

 

¿Las necesidades de los individuos en la construcción de las bibliotecas, han sido prioridad?

 

Cuando nosotros hacemos la socialización del proyecto, lo primero que dijeron fue: “biblioteca no queremos, biblioteca ya tenemos”. El acompañamiento y el taller de sueños es un proceso y vamos aprendiendo, vamos mejorando y cualificando esa interacción para poder garantizar que los sueños se materializan, que tampoco estemos prometiendo algo con lo que no podemos cumplir y que tampoco se hagan la idea de que es imposible, que sea en doble vía para poder generar credibilidad y respuesta con nuestros usuarios a esa propuesta de aceptación.

 

 

¿Por qué para el diseño del proyecto Parque Biblioteca España,  indagaron sobre  las necesidades de los habitantes, pero según ellos, no cumplieron con sus expectativas?

 

Lo que pasa es que cuando ellos pensaron el proyecto, lo imaginaron en una escala menor, incluso la Biblioteca España fue una de las que tuvo mayor resistencia cuando nosotros llegamos allá y esta no estaba dada por los sueños que ellos tenían sino por el control que se podía generar, porque la comuna 1 por mucho tiempo fue “Sin Dios y Sin Ley”, nadie podía llegar allá. Cuando nosotros abrimos el primer parque biblioteca allí, lo que se encontró fue un grupo de personas que no tenían la cultura del uso en un espacio público, empezar a hacer un proceso de formación con ellos fue muy lento.

 

¿Qué planes existen para la comuna uno? ¿Es posible, a partir de la experiencia, rediseñar la biblioteca?

 

Yo en este momento no te puedo hablar de qué va a pasar exactamente con el edificio porque eso le corresponde a otra Secretaría de Administración Municipal. Nosotros lo que hacemos como Secretaría de Cultura es entrar a habitar los espacios, lo que si tengo completamente claro es que para la administración municipal es muy importante esa deuda que tiene con la comunidad, es decir ese espacio tiene que volver a ser el Parque Biblioteca porque les ayudó a transformar costumbres. Cuando nosotros llegamos con el proyecto, muchos de los usuarios  empezaron a organizar sus fachadas, a no sacar la basura sino el día que es, debido a los turistas que querían ver la transformación, para ellos era un orgullo su parque biblioteca.

 

 

¿Qué importancia y qué función cumple el edificio?

 

Cuando no teníamos el edificio, los músicos estaban ensayando en dos centímetros cuadrados que eran en la sala o el andén de su casa. Hoy esos espacios tienen un diseño que permite que estén diferentes programas y servicios interactuando simultáneamente. Hay algo que para nosotros es fundamental y es que aprendimos a convivir con esa oferta propia del servicio que es a lo que queremos llegar y que se vuelve un proceso, pensado para que sea el ciclo de vida, arrancando desde las madres gestantes y terminando con el adulto mayor.

 

¿Es sostenible construir bibliotecas de gran magnitud?

 

Los parques biblioteca entraron a salvar esa deuda histórica que estaba. Hoy la apuesta no es por esos grandes equipamientos. De hecho lo que hicimos fue fortalecer aquellas bibliotecas más pequeñas y puede que no tengan la disposición en cantidad de espacios que tiene un parque biblioteca, pero que te pueden generar procesos que contribuyen para que luego lleguen a parque biblioteca, eso es algo que tiene completamente claro la administración. No vamos a seguir apostando por esos grandes edificios porque se volvería un proyecto insostenible.

 

¿Cómo se tomaron las decisiones en cuanto al tamaño?

 

Nosotros pensamos más bien en dónde íbamos a ubicar esos 5 primeros parques bibliotecas, fueron supremamente pensadas las condiciones de hábitat de los ciudadanos pues estaban limitadas, esto nos llevaba era a que tuviéramos otro tipo de situaciones sociales y culturales por el relacionamiento. Hoy la apuesta es por los contenidos esos contenidos independientemente que sean en un gran edificio o en uno más pequeño pero que además pueda irradiar a un mayor porcentaje de usuarios de nuestra ciudad.

 

¿Qué otros factores se han encontrado dentro del ejercicio de autocrítica?

 

Algo que no pasa en el parque biblioteca España, tú te paras en la ludoteca primer piso y se escuchaba todo el segundo, tercer y cuarto piso, entonces uno piensa que el arquitecto no pensó cómo vamos a evitar el servicio y además en las bibliotecas uno encuentra todo tipo de personas y el ruido es muy muy duro para las personas que trabajan ahí.

Lo que intentamos es que los espacios cumplan con una ergonomía pero que cumplan además con unas posibilidades de intercambiar distintos grupos simultáneamente.

 

¿De qué forma se está evaluando el impacto de la biblioteca en lo que concierne  a términos de indicadores cuantitativos y cualitativos?

 

Es un tema no terminado, uno casi siempre está preguntándose por esa inversión y que tan efectiva y eficaz está siendo esa inversión. Esa es una pregunta que a muchos nos preocupa, hoy nosotros estamos trabajando desde el seguimiento al proceso, uno no necesita decir que al parque biblioteca llegan 1.000 familias en un mes, yo lo que necesito saber es que estoy trabajando con una familia completa que está llevando a sus bebes y así está mejorando su relacionamiento, con unas mejores prácticas de crianza, con unos mejores argumentos de cómo protege su familia. Este es un tema que viene pensándose mucho desde la secretaria de cultura ciudadana.

 

¿Qué herramientas son viables para medir ese tipo de impacto?

 

Estamos pensando en cómo generar un estudio o medición de impacto y cómo contribuir a los indicadores de lectura o esos indicadores sociales que se tienen en la ciudad y que sabemos que sí o sí indican una inversión. Estamos en ese camino, obviamente desde cada biblioteca estamos también haciendo una especie de seguimiento de esos procesos y  transformaciones que se dan.

 

 

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